Resumen
Antes que nada quiero manifestar que estoy enamorada de mi trabajo, estoy enamorada del mar, estoy enamorada del desierto y por supuesto, también estoy enamorada de los comcaac (seris). Mi experiencia de toda una vida en trabajo en comunidad étnica, se la debo al profesor Gastón Cano Ávila, quien nos impartía la clase de Antropología Social, en el año de 1978, en la Universidad de Sonora. Nos hablaba con mucho entusiasmo sobre las costumbres y tradiciones de las etnias del estado de Sonora. Nos embobaba a todas las compañeras del grupo. Una noche, al salir de clases lo abordé y le pregunté, ¿cuándo me invita a conocer a los seris (comcaac)? Respondió sonriente ¡nunca!, porque ellos no quieren a las güeras. Sin embargo, mi respuesta fue retarlo diciéndole que al terminar la carrera me iría a trabajar con ellos.
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